López Navia, Santiago Alfonso
Es muy de celebrar algo tan inesperado como que un poeta siempre grave como López Navia haya cedido a la inmanencia y se decida a publicar su poesía más crítica, satírica y desenfadada, aunque verá el lector que, en efecto, y como se apunta en el título, en los poemas que aquí recojo (tras mucho trabajo, todo hay que decirlo) no falta un poso de gravedad que se ajusta al registro más común en el autor.
Los poemas cuya edición he asumido en este libro se atribuyen a los tres heterónimos que emplea el autor para su poesía leve: Tediato, Sir Yago de la Eterna Encrucijada y James Wolfson. Los escasísimos y siempre decepcionados lectores de su poesía grave ya conocen al impulsivo, romántico y existencialista Jacobo Sadness y a su maestro, el ermitaño estoico Antero Freire, los igualmente improbables heterónimos que usa a veces cuando se rinde a la trascendencia.
Dióscoro Vagalume